El troll que se esconde tras la pantalla

Muy buenas, queridos compañeros guardianes. Espero que estéis pasando unos buenos ratos de vicio mientras dais caza a los enemigos de la Torre. Sin embargo, hay ocasiones en que esta etiqueta, la de “enemigo” no es tan fácil de colocar. Sí, tenemos claro que si un Vex se nos acerca no es para pedirnos la hora y que por mucho que queramos, no podemos abrazar a un Cabal sin el inherente riesgo de ser ampliamente malheridos. Sin embargo, existe una quinta “raza” de enemigos en los mundos que exploramos y limpiamos de amenazas: el troll.
Por definición, un troll es un jugador que esgrime un comportamiento cuanto menos, molesto cuyo fin puede variar. Los hay que solamente quieren echar unas risas, otros buscan el desconcierto del rival para aprovechar un descuido y algunos, lamentablemente mayoría, buscan únicamente molestar. Teniendo en cuenta las diversas motivaciones que puedan tener, he decidido elaborar una clasificación de los diferentes tipos de troll que, a mi juicio personal, pueblan el universo del juego. El orden es totalmente aleatorio, como la mayoría de mis disparos, así que comenzamos.

Desarrollador.
Este primer tipo de troll lo es, en muchas ocasiones, sin pretenderlo. Nosotros, como simples mortales, no siempre comprendemos las decisiones empresariales que deben tomar y ello lleva a situaciones tan «curiosas” como la implementación de un sistema de recompensas desquiciante, celebración de fechas señaladas mediante regalos que nos dejan pelín fríos o un servicio PvP que hace que, ya tengas una conexión de la NASA o un módem de 56k’s puedas vaciar el cargador en el bigote de un rival y ver cómo acto seguido se va de rositas, sin despeinarse y llevándose consigo tu vida y tu paciencia.

Este tipo de troll se caracteriza por tener buenas intenciones de las que nadie duda pero sobre todo por ser tan humanos como cualquiera de nosotros y, por eso, a veces no es posible evitar alguna metedura de pata. Por ello, dentro de una hipotética escala troll, suelen ser de categoría leve. Al fin y al cabo, si se burlasen de nosotros a propósito, tendrían más que perder, ¿no creéis?

Criptarca.
He aquí un tipo de troll encarnado por un solo personaje y que merece su propio apartado. Los que llevamos en el juego desde el día 1, hemos sufrido lo indecible por culpa de este… individuo. Cuántas ilusiones rotas a manos de este maníaco al que muchos consideramos el verdadero jefe final del juego.

Su principal característica no era otra que la habilidad para conseguir cualquier engrama, de la rareza que fuese, nos obsequiase con un objeto “Poco Común” (verde) y eso, amigos, cuando le has entregado un engrama de leyenda, duele. Duele mucho. Tanto es así que muchos jugadores (entre los que, confieso, me incluyo) pasaban horas y horas en la llamada “Cueva del Loot”. Al fin y al cabo, ¿qué más daba? No se podía considerar realmente un “exploit” porque no importaba cuántos engramas legendarios consiguiéramos, como mucho uno de cada 300 millones y medio de canto daba un objeto de la rareza correcta. Llegó a tal punto que al final, hubo que lanzar un parche para que Rahool dejase de sodomizar nuestras esperanzas aunque lo curioso es que dicha corrección llegó DESPUÉS de clausurar la cueva (en mi opinión ambos ajustes debieran haber llegado al mismo tiempo).
A día de hoy, el maestro Criptarca se comporta tras el correctivo aplicado pero de vez en cuando despunta ese brillo en sus ojos y nos convierte un engrama de leyenda en motas de luz. En ese momento de instinto asesino me detengo y pienso en lo que hacía antes y gracias a ello, mi consola sigue de una pieza y el disco del juego, inmaculado.
Por ahora.

El campero.
O “camper”, “campeador”, “hijo de…” como también se le conoce. Todos lo hemos visto en algún momento del PvP, ya sea en el Crisol o en el Estandarte.

Es de sobra conocido que el campero se distingue por plantar los huevos en un sitio y dedicarse, francotirador en mano, a montar guardia en un punto como una perra en celo. No se moverá salvo que muera por alguna enfermedad infecciosa y aunque se sepa dónde está y se tomen las medidas pertinentes para evitar que acabe con nosotros, SIEMPRE sucede algo que le es favorable a este troll y le permite firmar el papel que divorcia nuestra cabeza del resto de nuestro ser. Lo peor es que este “portero del infierno” ha echado raíces en “su punto” de tal modo, que aunque intentemos rodearle o dispararle desde la otra punta del sistema solar, encuentra ese medio pixel d cobertura que le salva el culo durante el tiempo necesario para que él deje el nuestro como un bebedero de patos.
No sabría si clasificar a este troll entre los que molestan por molestar o porque no saben jugar de otro modo y en circunstancias “normales” morirían más deprisa que mi paciencia cuando me encuentro con uno…

El que va de legal.
¿Nunca os habéis encontrado con ese tipo de jugadores que os ven aprovechando algún atajo del juego y se dedican a molestar y enviar mensajes llamándoos “noob” y/o impidiendo que sigáis con vuestra partida?
Para ser sincero, desconozco su motivación pero sí puedo decir que un grandísimo porcentaje de estos personajes son de una hipocresía inconmensurable. Un caso particular que me sucedió fue una mañana, a las 8 (sí, madrugué para jugar, arrestadme si ninguno lo habéis hecho) y mientras disparaba a una cueva, un jugador cuyo nombre recuerdo pero no revelaré, se dedicó a entorpecerme, atacarme y ya por último, a quedarse dentro para evitar el «respawn» de los enemigos. Mientras tanto, me enviaba mensajes diciéndome que jugar así era de “noob”, que eso era hacer trampas y demás.

Cuál fue mi sorpresa cuando, ese mismo día por la tarde, le vi allí mismo, masacrando a las huestes de la colmena y ya un par de meses después, le tuve como compañero en una serie de partidas del Crisol y me enviaba solicitudes de amistad mientras veía cómo ejercía de campero del equipo. No solo no acepté dicha petición si no que le bloqueé y aunque dudo que siquiera lo recuerde, yo no puedo evitar sentir esa frustración que produce el que alguien defienda una serie de principios morales y luego, de espaldas, haga lo que ha ido criticando a otros.

El aprovechado.
Este troll tiene doble vertiente:
Por un lado está el aprovechado intencionado. Como ejemplo, un caso habitual: ese guardián que entra en vuestra escuadra en un asalto y se queda ahí, donde aparece, sin hacer nada. No se mueve, no dispara, no habla, no ayuda, pero si sigue vivo o no se ha ido o expulsado al final, obtiene recompensa. ¿A que os suena?
Por otro lado, está el aprovechado circunstancial. Es el caso contrario, ves a un amigo/conocido cumpliendo una misión o asalto y entras con toda tu buena intención para ayudar y, cuando aterrizas, ya ha terminado. No has disparado, no has dado siquiera un paso y simplemente has llegado cuando la misión ha finalizado y te llevas una recompensa como si hubieses luchado en la guerra.
Como veis, dos situaciones iguales en apariencia pero que cambian por completo según la intención.

Er cani der colibrís.
Este es fácil de identificar. Puede ser un novatillo que acaba de conseguir su primer vehículo y hace el cabra mientras se hace con los controles o puede ser ya el cansino que se mete con el colibrí hasta en el cuarto de baño. Atropella, empuja, da vueltas alrededor de otros jugadores como si fuese un buitre vigilando su merienda, se pican ellos solos en carreras en las que solamente participan ellos mentalmente porque ni siquiera tienen el mínimo de “desafiar” a otros, obstruyen caminos… en fin, es lo que tiene que algunos conduzcan en el mundo virtual como cuando salen a la calle.

La motivación… pues mira, ni idea. Dudo entre la molestia “porque sí” o el intento de ser el más gallito de su lado del sofá.

Némesis.
Escrito así suena hasta épico, pero no se trata de una antigua divinidad griega ni de un engendro de cierta saga de zombis que se haya colado en el juego. Es mucho más sencillo pero no por ello menos chungo: se trata del troll que, en cualquier modo pero principalmente en PvP, te hace odiar cada segundo que pasas respirando porque sabes que cuando y donde menos te lo esperes aparecerá y te matará. Sin más. Puede ser un compañero de misión que se engorile y te empuje por un precipicio pero lo más habitual es que sea un jugador del equipo rival en el Crisol que se dedique a cazarte. Simple y llanamente. Todas y cada una de las veces que eres eliminado ves el nombre del mismo jugador en tu pantalla, ves el arma que ha usado para eliminarte y le ves correteando alrededor de tu Luz, regodeándose.

No sabes qué narices le pasa. Le has caído mal, no le gusta tu nombre, envidia tu equipo, está resentido por quitarle a la novia… o quizá no es nada personal y simplemente tiene algún tipo de ventaja táctica sobre ti y la explota para sacar la mayor puntuación. Nunca lo sabrás y he ahí lo que lo hace troll, porque te inunda la ira, el malestar y el no saber por qué, por qué tú. Y mientras, el troll, a su bola.

El troll de Cristal.
Este es un caso muy personal (como el artículo en sí, por cierto) pero es curioso porque lo comento y no parece TAN infrecuente.
Entras en la Cámara de Cristal, acompañado por una peña que sospechas que tiene armas hasta en las axilas y que si levantan los brazos disparan en un ángulo matemáticamente indecente y en todo momento te dicen que no te preocupes, que hagas lo que puedas, que es un equipo y que lo importante es colaborar en la medida en que cada uno pueda. Mola, mola mucho, te da subidón, te sientes parte de algo por primera vez desde que te separaron de tu gemelo siamés maligno. Coges tus mejores armas, afinas tu puntería hasta ser capaz de despeinar a una mosca a insultos, te recolocas el paquete (de patatas que tienes al lado para las pantallas de carga) y tras mucho disparo y saltito a lo bailarina de ballet para evitar a las gorgonas y demás fauna autóctona, llegas al jefe final. Y lo primero que dices es que no sabes usar la reliquia, que en anteriores intentos siempre la cogía alguien y que la única vez que la cogiste te hiciste la picha un lío. Todo aclarado, ese mastodonte usará la reliquia y el gorila de la izquierda la otra por si acaso. Perfecto.

PUES NO.
Llega la hora de la verdad, Atheon te manda a tomar por saco y cuando se te aclara la vista oyes a alguien por el micro “COGE LA RELIQUIA” a grito pelao. Le recuerdas que no sabes usarla y te dice que no te preocupes, que te guía, que te lo explica. Y una soberana mierda, señores. Coges la reliquia y estás más perdido que un cani en una biblioteca. Pulsas todos los botones, hasta los del mando de la Wii por si acaso, pero es inútil, tú eres inútil. Mueres. Mueren. Y llegan los reproches y aunque habías avisado de que no tenías idea, la culpa es tuya y mientras, el troll que te ha dicho que te ayudaba a usarla, callado y muy probablemente partiéndose el hojaldre de risa.
Una vez pase, pero cuando pasa lo mismo varias veces con diferentes miembros del equipo te das cuenta de que no hay un troll, son 3 o 4 y tú eres el objeto de sus burlas. Y acabas por marcharte (no sin antes despedirte con un sonoro “SOIS UNOS HIJ….”

Y bueno, no pretendo extenderme más que empiezo a sentirme como un pegote de mantequilla.
Os recuerdo que este artículo expresa únicamente mi punto de vista personal y que no tiene por qué coincidir total o parcialmente con la opinión general de los demás redactores de Universo Destiny.
Y vosotros, queridos lectores, ¿reconocéis alguno de los que he descrito? ¿Sabéis de alguna otra subespecie de troll? Contad vuestras opiniones aquí o en el foro y recordad que el fin del juego es echarse unas risas pero siempre respetando a los demás.
¡Un saludo y hasta la próxima!