A estas alturas, es muy probable que la mayoría de vosotros haya demostrado ser algo más que una amenaza para Oryx. Y también es probable que algunos incluso hayan exterminado al Rey de los Poseídos.

Pero es más probable aún que muy pocos de vosotros sepáis la historia detrás de Oryx. Los orígenes no sólo de esta criatura, sino también de toda una especie, se remontan a muchos años antes de la creación del planeta Tierra, y es la historia de una estirpe que afronta un destino fatal, el mismo al que nos enfrentamos nosotros.

¿Queréis saber más? Gracias al excelente trabajo de recopilación detrás de los chicos de Destinypedia, lo sabemos.

Para hablar sobre Oryx, primero debemos remontarnos a un gigante gaseoso llamado Fundamento. Mucho antes de nuestra historia, una especie primitiva de colmena estrelló el mundo del que venía en Fundamento, huyendo de algo desconocido. Los fragmentos de este mundo se convirtieron en continentes flotantes sobre el mar llamado el Océano de Fundamento, por encima de la atmósfera del astro. La primitiva colmena construyó una civilización sobre esta tierra y olvidó su pasado. Fundamento también era hogar de otras muchas especies inteligentes entre las cuales estaban los amonitas, que también habían prosperado bajo el amparo del Viajero y que se hospedaban en las 52 lunas de Fundamento.

La vida era rápida y difícil para la primitiva colmena. Su esperanza de vida difícilmente superaba diez años transcurridos en Fundamento, a excepción de las hembras que podían ingerir algo parecido a la placenta y vivir más. Fundamento era casi inhabitable: su océano era tóxico, sus cielos permanecían en un estado de tormenta eterna, la lluvia era venenosa y a veces incluso corrosiva, y los rayos tenían suficiente poder como para vaporizar a quien alcanzase.  Además, parece que algún tipo de «tormenta viviente» perseguía a la población, por no hablar de las guerrillas en las que se sumían sus habitantes.

Oryx fue una vez Aurash, la hija del Rey Osmio, de una especie anterior a la colmena

La Corte del Rey Osmio supone el principio de la colmena moderna, y sus progenitores eran Xi Ro, Sathona y Aurash, las tres hijas del rey. A la edad de diez años transcurridos en Fundamento, el Rey Osmio se tornó demente ante la edad y la preocupación por una sizigia en la que las 52 lunas de Fundamento se alinearían, creando una ola destructora que acabaría con todas las civilizaciones de Fundamento. Taox, una nodriza estéril que había servido como maestra de las hijas del Rey, temía que las jóvenes fuesen demasiado débiles como reinas, de modo que invitó a sus rivales, los Bebedores de Helio de la Corte de Helio, a matar a la familia real y permitir a Taox la regencia. Aunque los Bebedores de Helio asesinaron al Rey Osmio, sus hijas escaparon en una nave y acordaron vengarse de Taox y el Rey Helio.

Después de un año a la deriva, las hermanas rescataron una descomunal nave antiquísima a la que llamaron «la Aguja» del Vórtice de Shvubi. Xi Ro quería venderla en Kaharn Atoll, un puerto comercial que usaban las civilizaciones de Fundamento, para obtener dinero con el que armar un pequeño ejército de mercenarios, mientras que Aurash quería tomar el mando de la nave. Sathona se puso de parte de Aurash, aconsejada por uno de los gusanos de su padre. El gusano se había mojado con el agua de la costa y parecía muerto, pero Sathona le oía hablar. Las hermanas pasaron dos años reparando y reactivando la nave, hasta que Aurash decidió usarla para el propósito de su padre: viajar al núcleo de Fundamento con la esperanza de aprender cómo prevenir el desastre cósmico que temía su padre.

Durante el descenso, las hermanas encontraron una enorme criatura llamada Leviatán, que era discípulo del mismísimo Viajero. El Leviatán advirtió a las hermanas que no continuaran, puesto que tenían que elegir entre el cielo y las profundades, la luz y la oscuridad, la vida o la muerte. Las hermanas ignoraron al Leviatán, incapaces de aceptar que abandonar a su gente fuese lo correcto. En lugar de eso, siguieron el comando del gusano que Sathona había salvado, y siguieron descendiendo.

A grandes profundidades, las hermanas encontraron a los Gusanos, una especie parásita de un poder e inteligencia inimaginables que servían a la Oscuridad: Yul, el Gusano Honesto; y Eir, Xol, Ur y Akka, los Gusanos Virtuosos. Los dioses parasitarios aclararon haber permanecido encerrados en las profundidades de Fundamento durante millones de años, acorralados por Leviatán y por el Viajero. Habían llamado a muchas especies con la esperanza de que alguien los encontrara. Ofrecieron a las hermanas la inmortalidad si a cambio aceptaban ser las madres de sus larvas, con la advertencia de que si dejaban de obedecer sus deseos (poner a prueba la fuerza de Xi Ro, la astucia de Sathona y la curiosidad de Aurash) las larvas las consumirían. Además, cuanto más fuertes se volviesen las hermanas, más apetitosas se volverían las larvas.

Las hermanas aceptaron. Xi Ro adoptó las formas de un caballero bajo el nombre de Xivu Arath; Sathona adoptó las formas de una madre con el nombre de Savathûn; y Aurash adoptó las formas de un rey de nombre Auryx (más tarde, y en forma masculina, Oryx). Las hermanas volvieron ante su gente y repartió las larvas entre ellos, creando a la colmena como la conocemos en Destiny. Con sus poderes e intenciones, conquistaron al imperio de Taox y a muchas otras gentes, y en Kaharn Atoll construyeron naves con las que salir de Fundamento.