Tras la reciente entrevista ofrecida por Deej, «Hechicero. Sirviente de los Guardianes», como se hace llamar en su cuenta de Twitter @Deej_BNG, pudimos obtener mucha información interesante sobre lo que opinan en Bungie sobre nuestras opiniones constantes sobre el juego.
El día de descarga del DLC «Los Señores de Hierro» nos topamos con un viejo conocido, Tapir, pero no vino a saludar, sino a complicarnos nuestro acceso al juego que tantos meses llevábamos esperando. Deej asegura que muchos de sus compañeros trabajaban en ese momento para solucionar el problema, que para él trabajan con una calidad impecable.
El conocido hechicero asegura que los jugadores no nos damos cuenta de los cambios progresivos que ha ido experimentando el juego desde su lanzamiento, para ello usa como ejemplo el acceso a las partidas de crisol, eventos públicos y zonas sociales. Pequeños detalles que a veces pasamos por alto, pero que para él son esenciales para una experiencia positiva durante las horas que pasamos luchando contra la oscuridad, o contra el aún más temible lag de algunos jugadores.
Feedback continuo
Desde Bungie, al menos eso afirma Deej, no dejan de sorprenderse por el inmenso feedback que le produce la comunidad al juego, tanto a los desarrolladores como entre los propios jugadores. Pese a las duras críticas de la comunidad por la rápida inclusión de la raid «La Furia de las Máquinas» pocos días después del lanzamiento del DLC, en Bungie han tomado nota para próximas ocasiones, ya que reconocen haber puesto el listón muy alto, lo que acabó perjudicando a un numeroso grupo de personas que veían como algunos se distanciaban en luz mientras ellos no podían dedicar tanto tiempo al juego y se quedaban atrás.
Amante del Pvp y de las estrategias que puede llevar a cabo con sus colegas, Deej, asegura que Destiny es un juego increíble dado su poder para hacerte conocer personas nuevas, superar los obstáculos junto a compañeros, incluso aquellos que solo conoces por audio, pero que te han hecho pasar horas de risas. Incluso cree que los «epic Fails» pueden recordarse durante meses, y una raid que para algunos es cosa de niños, para otros supone un reto que lleva risas aseguradas, porque ¿quién no se ha reído durante horas en los saltos de la raid de Oryx? ¿Cómo olvidar ese momento de lapsus que nos da a todos y acabamos liándola? o ¿al pro de la escuadra que asegura nos guiará y es el primero que muere? Todo esto y mucho más es por lo que nuestro querido hechicero asegura que Destiny es uno de los juegos que más le encanta y que aprecia la comunidad que lo sustenta.
Suros ARI-45: Fusil automático de cadencia lenta y alto impacto, buen alcance y estabilidad media. Ésta arma recuerda a la entrañable Régimen Suros, tiene un alcance más que decente y una buena pegada, pefecta para PVE. En PVP es un poco complicada de llevar si no se tiene subida la estabilidad y se queda atrás por la hegemonía de los fusiles automáticos de disparo rápido como Arminius-D o Doctrina del fallecimiento. La parte negativa de éste fusil en PVE es la poca munición de reserva que podremos llevar, agotándose rápidamente si no somos especialmente precisos, cada bala cuenta, pudiendo tumbar a un enemigo normal (vándalo por ejemplo) de tres o cuatro disparos en la cabeza.
Omolon Tuonela SR4: Fusil de explorador, del mismo arquetipo que la Suros DIS-43 o Geminis Booleano, con impacto y cadencia altos. Es una buena pieza ágil y manejable que brilla en el medio/largo alcance y cuenta con una estabilidad decente, pienso que es un arma más enfocada a PVE que PVP.
Häkke Judith-D: Cañón de mano con impacto máximo y baja cadencia, está a la misma altura en daño que el excepcional «Primera Maldición». Tiene un alcance medio, poca estabilidad y recarga lenta. Su uso en PVP requiere un control paciente y preciso, llegando a tumbar a un guardián de un disparo a la cabeza y dos al cuerpo. La considero más arma de PVE, donde su pegada logra tumbar enemigos normales de un único disparo.
Si ya de por sí nos cuesta resistirnos a muchos de los detalles que vende Tess Everis, ahora será mucho peor.
