Largo tiempo he postergado esta opinión que aquí os ofrezco pero va siendo hora de abrir la boca porque, quienes me conocen, saben que no soy de callarme. Oficialmente las consolas de anterior generación (XBox 360 y PlayStation 3) se van a quedar sin la próxima expansión de Destiny, «Los Señores de Hierro» y para mayor dolor de los usuarios, recientemente se ha anunciado también la retirada de los eventos «Estandarte de Hierro» y «Pruebas de Osiris«. A ver si consigo no exaltarme.

Comencé mi andadura en Destiny, como he relatado varias veces, en mi querida PS3 el mismo día en que el juego fue lanzado y estaré siempre agradecido tanto por los buenos ratos que me hizo pasar la consola como por la gente que llegué a conocer en el juego y que me permitió escribir en esta web. Recuerdo mis primeros compases en el juego, la maravilla técnica que me pareció, algún que otro sobresalto para alguien poco acostumbrado a los juegos de disparos, las intrigas del argumento, los asaltos, incursiones, eventos… No recuerdo haber estado tan enganchado a un juego como en este caso, en que llegaba al punto de tener que parar de jugar porque la consola se colocaba en temperaturas cercanas a la fusión del átomo. Ojo, no es que me preocupase un reventón nuclear casero, pero no quería quedarme sin consola y, por extensión, sin jugar.

Por aquél entonces, la idea de cambiarme a PS4 estaba MUY alejada de mis posibilidades y no sería hasta el pasado diciembre que, no sin ayuda, lo lograse. Veo ahora ambas consolas, una al lado de la otra, y sé positivamente que en esta nueva generación no he dedicado ni una cuarta parte del tiempo que dediqué en la anterior (pese a que, confieso, mi PS3 tuvo períodos de inactividad de muchos meses) y es entonces cuando me surge una duda a raíz de todo lo que se nos ha venido encima: si no hubiera podido cambiar de consola, me habría quedado sin Destiny 2, vale, pero ¿También sin poder terminar Destiny en condiciones?

Puedo comprender que mi antigua consola no diese más de sí, que técnicamente no pudiese hacer frente a las exigencias de un juego aparecido después de diez años del lanzamiento de la misma. No es la primera vez que lo veo puesto que sagas como God of War, Resident Evil o Tekken comenzaron en ciertas plataformas y sus secuelas fueron llegando en generaciones siguientes. Sin embargo, aquí se plantea una situación diferente. Destiny es un juego planeado en torno a una estructura según la cual ofrecería un juego «principal» cada dos años y, durante este período, distintas expansiones ampliarían el contenido entre un juego y otro. Ya vamos mal si tenemos en cuenta que el juego apareció en 2014 y Destiny 2 (que debería haber salido este año 2016) se nos va a una fecha indeterminada de 2017. Por otro lado, el tiempo entre juegos principales se cubriría con 5 expansiones, a saber: dos expansiones estándar que fueron «La Profunda Oscuridad» y «La casa de los Lobos» (que ya salió con algo de retraso); una expansión mayor que se correspondería con «El Rey de los Poseídos«; dos expansiones estándar más y ya después, Destiny 2. Pues bien, no sólo han retrasado las expansiones hasta lo ridículo (no me canso de decirlo: UN AÑO ENTERO ENTRE «EL REY DE LOS POSEÍDOS» Y «LOS SEÑORES DE HIERRO«) si no que, quien no cuente con una consola de nueva generación, no va a poder continuar el juego.

Así, tal cual, lo anunciaba Bungie en directo ante el mundo y un servidor tuvo el dudoso honor de traducir en directo las palabras de los directivos que dejaban caer este jarro de agua fría con total tranquilidad.

Como he dicho, puedo entender hasta cierto punto que Destiny 2 no encuentre cabida en una consola con 10 años de antigüedad; duele pero hay que asumirlo. Lo que no es justo ni por asomo es que los jugadores que emprendieron este viaje y que no puedan (o no quieran) cambiar de consola, vayan a tener que quedarse con la historia a medias. Por mucho que este solamente sea el primer capítulo de una historia, ¿Qué clase de confianza merece una compañía que no nos deja siquiera terminarlo? Y no voy a entrar en cifras sobre el número de consolas ni los argumentos cogidos con pinzas que dan para justificar una decisión que a todas luces no tiene razón de ser, pero invito a quien me lea a que recuerde e investigue porque Bungie mira mucho el mercado norteamericano pero parece que el resto del mundo no existe. Como si no supieran que, por ejemplo, hasta hace un par de años en China estaban prohibidas las consolas. O que en algunos países existen impuestos y/o embargos que convierten una consola en un lujo al alcance de muy pocos. Hay incluso algunos lugares en los que no pueden dar el salto a nuevas generaciones porque las anteriores llegaron hace apenas unos meses. Todo esto, por supuesto, son temas sociopolíticos que no vienen al caso, pero siguen siendo usuarios que, en definitiva, comenzaron una historia que no van a poder continuar porque ni siquiera van a poder leer el final del primer capítulo. Así, porque sí, «de gratih«.

El dato que ya me ha hecho saltar de mis casillas ha sido saber que, por si lo de antes no fuese suficiente, quien juegue en una consola XBox 360 o PlayStation 3 puede ir despidiéndose del «Estandarte de Hierro» y de las «Pruebas de Osiris«. No estamos contentos con que nos limiten el contenido, ¿verdad? Pues vamos a sonreír más porque ahora NOS QUITAN CONTENIDO. Sí, damas y caballeros, esto ya es pasarse. Una cosa es que no nos dejen llegar más allá pero otra muy distinta es que, encima, nos hagan retroceder. Muchos jugadores entran a Destiny a competir y en busca de las recompensas de estos dos modos de juego ya que la historia… en fin, es otro tema. ¿Puede alguien explicarme por qué ******* se supone que hay que eliminar estos eventos de la anterior generación? De verdad, que alguien me cuente a qué viene porque se me escapa. Por mucho que yo pase del PvP como de beber carburante, no me parece justo ni lógico que eliminen esta característica y menos que se la quiten a un parque de consolas cuyos usuarios ya están bastante molestos por no poder ver cómo acaba su juego.

No señores, así no se hace. Es más, hace poco leía un comentario en nuestro canal de YouTube de una usuaria que apuntaba, con acierto, cómo un MMO como es Final Fantasy XIV, que apareció para consolas de antigua generación y cuyo contenido es mucho mayor que el de Destiny, no sólo dio el paso a la nueva generación si no que sigue funcionando en ambas consolas, ofreciendo el mismo contenido en ambas y si tenemos en cuenta el tamaño (y precio) de sus expansiones no podemos si no dudar de que el motivo sean las limitaciones técnicas de la consola propiamente dicha.

Se alzarán voces críticas por lo que he dicho pero sigo pensando que esta no es la forma de hacer las cosas o, por lo menos, que las razones que esgrimen para hacerlo no son válidas. Seguiré pensando que no es forma de tratar a los usuarios y tampoco a su propio producto porque este movimiento va a traer cola y va a repercutir en la reputación de Bungie como compañía y de Destiny como marca. Para empezar, por cercanía a mí mismo, con usuarios que cancelan reservas pese a tener la consola «correcta» y que se pregunten quién les garantiza que no pasará lo mismo, que no se retrasarán las expansiones de Destiny 2 hasta el punto de tener que cambiar de consola una vez más para un todavía lejano Destiny 3… y sin embargo, ¿quién puede culparles por dudar?